"Te amo, oh Jehová, fortaleza mía.
Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador;
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio."
Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio."
Salmos 18:1-2.
En estos versículos encontramos que Dios es nuestra roca, nuestro castillo y nuestro libertador, en cuanto a todos estos terminos se refieren a la protección que Dios nos da.
La roca, es fuerte, un lugar seguro, un lugar estable del cual nos podemos apoyar para estabilizarnos.
El castillo, en la historia se destacaron este tipo de construcciones, en la Edad Media se construian castillos con grandes murallas para evitar que habitantes de otros sectores invadan y roben, el castillo era una protección que brindaba seguridad a sus habitantes, en el castillo habitaban los reyes y su familia, por ende era una construcción especial.
La salvación, entendemos que esta solo nos la puede dar Dios, mediante su amor y misericordia, esto también nos da seguridad y confianza, en saber que en cada momento de nuestras vidas, Dios estará siempre a nuestro lado.
DIOS SIEMPRE CUIDA DE NOSOTROS, ÉL ES NUESTRA ROCA, NUESTRO CASTILLO DONDE ENCONTRAMOS REFUGIO, NUESTRO LIBERTADOR Y SALVADOR.